sábado, 10 de agosto de 2013

CORONA FRANCISCANA

Al comenzar:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas: sólo por ser tú quien eres me duele haberte ofendido, y quisiera morir antes que volver a pecar, ayudado por tu divina gracia; dámela, Dios mío, para rezar con fervor esta corona de tu santísima Madre. Amén

Nota: La Corona se compone de siete decenas de avemarías, precedidas por un
Padrenuestro y concluidas con un Gloria. Al terminar la séptima Alegría se añaden dos avemarías más, para completar los setenta y dos años que, según la tradición, vivió la Santísima Virgen.

La primera Alegría: La Anunciación por el Ángel Gabriel.
Te saludamos como el Ángel Gabriel, "Alégrate llena de gracia el Señor está contigo...". Y te dijo luego: "...concebirás en tu seno y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús", seguida de tu aceptación: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra". Así nos mostraste el camino a seguir: Aceptar nuestra vida como Dios nos la presenta cada día, viviendo con amor tanto las alegrías como las vicisitudes. Como lo hizo San Francisco cuando acepta dócilmente su misión, respondiendo con todo su ser a la llamada de Jesús.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

La Segunda Alegría: La Visita a su prima Santa Isabel.
Recordamos contigo cuando en Judá, fuiste a la casa de Zacarías y saludaste a Isabel, quien al oírte, quedó llena del Espíritu Santo, y saltó el niño en su vientre.. Te recibimos como lo hizo Santa Isabel: "Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Jesús)". Te rogamos que vengas siempre a visitarnos, para traernos a Jesús y su Santo Espíritu. Como Francisco quien te nombró Abogada de la Familia Franciscana y así realizar tu misión de tutora, te pedimos veles por nosotros.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Tercera Alegría: El Nacimiento de Jesús en el Portal de Belén.
Contigo María y con San José, nos alegramos por este regalo que nos distes, en esta noche de paz y amor. Con los ángeles y pastores digamos: "gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad". Y como Francisco, revivamos la maravillosa escena del nacimiento de Jesús, llenemos nuestro corazón de regocijo y amor, repartiéndolo a todos.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Cuarta Alegría: La Adoración de los Reyes Magos.
Vemos con regocijo que tres sabios creen, y con humildad adoran al Niño Dios, ofreciéndole oro, incienso y mirra, como homenaje y reconocimiento al Rey, al Dios y al Hombre. Nosotros, junto a los Reyes, queremos adorar a tu Hijo Divino, y rendirle homenaje con nuestras oraciones, como Francisco, queremos estar alegres, jubilosos y alabando a Dios.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Quinta Alegría: María y José encuentran a Jesús en el Templo.
Qué alegría sentimos contigo al encontrar a Jesús y poder abrazarlo, como tú lo encontraste en el Templo!.Queremos repetir como San Francisco, que regocijado decía: "esto es lo que buscaba, lo que anhela mi corazón". María, cuando nos sintamos lejos de Jesús, ayúdanos a encontrarlo dentro de nosotros y en toda la creación, como lo refleja Francisco en el Cántico a la Criaturas.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Sexta Alegría: María ve a Jesús Resucitado.
Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz: "que ilumina a todo hombre que viene a este mundo". El es el camino, la verdad y la vida. Como Francisco queremos llenarnos de tu Hijo y siempre decir: "Señor mío y Dios mío".

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Séptima Alegría: La Asunción de María y su Coronación como Reina de Cielos y tierra.
Qué alegría sentimos, contigo María, porque elevada al Cielo estás junto a tu Hijo amado, eres Corredentoras, intercesoras y auxiliadoras nuestras. Tú, humilde mortal, ahora Reina de Cielos y Tierra, nos muestras, el camino y te decimos: "Oh, María, Madre mía, yo te doy mi corazón". Como Francisco, esperamos recibir la Corona de la Vida.

Padrenuestro, avemarías, gloria.

Oración Final: Dios te salve, hija de Dios Padre;
Dios te salve, madre de Dios Hijo;
Dios te salve, esposa del Espíritu Santo;
Dios te salve, templo y sagrario de la Santísima Trinidad;
Dios te salve, concebida sin mancha de pecado original en el primer instante de tu vida natural.

Amén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario